DE
TOLIMANEJO A VILLA DE COLÓN
PARROQUIA DE SAN FRANCISCO DE ASIS
HISTORIA DE
DEVOCIÓN Y FE…
El día 22 de
junio de 1531, sale un poderoso ejército de indios otomíes aliados a los
españoles, encabezado por el capitán y cacique, Don Nicolás de San Luis
Montañez a la conquista del territorio que se extiende más allá del Señorío de
Xilotepec. El itinerario de Don Nicolás de San Luis incluye a San Francisco Tolimanejo.
”Es congregación San Pedro Toliman, San Francisco Tolimanejo, Zichú… estos puestos y lugares
poblamos en nombre de Su Majestad… y nos costó nuestra sangre poblar a estos
pueblos de congregación de indios… chichimecas barbaros que estaban agregados a
estos pueblos que llaman Gran Chichimeca”.[1]
En el año 1550
un Capitán del Ejército Español se presentó conquistando este suelo con solo
veinte – más o menos –
indios nativos de Jilotepec, que aunque con buena disciplina según la época y
reciente educación, empero militaban y obedecían a las órdenes del ya referido español, cuyo favorable éxito
en sus empresas estimuló en aquel gobierno castellano la gracia y merced de que
en absoluta propiedad poseyesen un terreno, el que de lo conquistado mejor les
agradase. Y al efecto eligieron donde es Tolimanejo, hacia el barrio de San
Isidro[2],
que así lo nombraron al pueblo por haber jurado por patrón a dicho Santo; que
creyendo después no les favorecía, nombraron a San Francisco, a quien le
formaron la iglesia que hoy es Parroquia, dirigidos ya por unos religiosos de
su Orden que los caciques solicitaron.[3]
El partido de
San Pedro Toliman se compone de cuatro pueblos sujetos a esta cabecera que es
República de Indios, con su Gobernador y Alcaldes, reside en él un teniente de
corregidor para la administración de
justicia y la de Doctrina y Santos Sacramentos es por Cura Religioso del Orden
Seráphico, con otros religiosos coadjutores y en él se cuentan ciento treinta y
dos familias de indios y su situación es a la parte del norte, distante de la
ciudad dieciséis leguas. Sus pueblos sujetos son: San Miguel, con setenta y
cinco familias; San Pablo, con cuarenta y seis; San Antonio con treinta y dos,
y el de Tolimanejo con noventa, todos de indios… habitan en la cabecera de
Toliman hasta sesenta familias de Españoles y Mestizos.[4]
Con los
conquistadores españoles, llegaron los
Franciscanos de la Provincia del Santo Evangelio de México, después del año 1565, los Franciscanos
formaron la Provincia de San Pedro y San Pablo en Michoacán y siguieron
doctrinando, administrando los sacramentos y presidiendo el culto en el Templo
pequeño de Tolimanejo, capilla abierta, que en la actualidad es difícil su
localización, por las modificaciones hechas al paso del tiempo.
Tolimanejo, estuvo atendido desde su inicios, por los religiosos
Franciscanos del convento de San Pedro Tolimán hasta el año 1700, en que fue constituida Vicaría Fija
dependiente del curato de Tolimán; quienes edificaron la antigua iglesia y
convento. Así se mantuvo hasta el 30 de Marzo de 1756, fecha en que el Excmo.
Sr. Arzobispo Dr. D. Manuel Rubio y Salinas elevó a parroquia dicha vicaría,
dándole por primer cura al Sr. Pbro. D. José Diana.[5]
Documento que integra el expediente de la constitución
de Parroquia, al final la firma del Pbro. D. José Diana
Fuente: Archivo Parroquial, consulta 23 febrero, 2016.
En el año de
1700 se comienza la construcción del actual Templo de San Francisco y concluye
después de 1709, fecha que se lee en el
cimborio, sobre las pechinas. Es un edificio barroco, austero, sencillo, de
piedra y argamasa, sobre trazo original en forma de cruz latina, orientado al
poniente. En las pechinas están pintadas sobre el aplanado la imagen de cada
uno de los cuatro evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
El Sr. Pbro.
D. Antonio Coronel, toma posesión el 1 de Marzo de 1759, construye el coro
alto, la sacristía, dota a la iglesia de órgano, ornamentos de todos los
colores rituales, e incensario de plata… en 1898 el Sr. Cura D. José María García
amplió la casa cural y construyó los cuatro corredores del patio y en 1906 el
Sr. Cura D. Francisco Torres, convirtió la iglesia en tres naves y construyó el
túnel que comunicaba el convento del Beaterio (Madres de Santa Rosa de Viterbo)
con el coro bajo, que construyó del lado del Evangelio con reja al
Presbiterio.[6]
El testero
original fue demolido en el año de 1873 para ampliar el templo hacia el Oriente
(esta ampliación es el presbiterio actual). Entonces fue destruido el retablo
de madera que estaba formado de 3 cuerpos con sus columnas e imágenes de santos
en escultura y en pintura. En 1892, se edifica, junto a la Iglesia,
la Escuela Parroquial de Niñas con un internado, siendo principales protectores
los Sres. Curas D. José María García y Don Francisco Alday.
El claustro
del Curato ha sido readaptado en diversas épocas el portal y la torrecita del
reloj fueron construidos para conmemorar el primer centenario de la
Independencia Mexicana en el año de 1910. El atrio fue reducido en el año de
1971 para ampliar las calles colindantes.
Su altar de piedra
fue destruido, quedando cuatro altares laterales que también fueron destruidos
después del concilio vaticano II. En la última década del siglo XIX le
adaptaron las naves Norte y Sur, y el portón de madera que está elaborado según
la descripción el mismo, que data del siglo XVII. Al lado de la portada se
encuentra la torre construida de piedra y cal. En el cuerpo primero están las
campanas y los esquilones; en el segundo se encuentran los nichos con las
esculturas de piedra y argamasa de imágenes de los santos titulares de los
pueblos de la primitiva parroquia que son San Pedro, San Francisco y San
Antonio.[7]
El tercer
cuerpo remata en cimborio de media naranja, sobre la comisa está una escultura
de piedra imagen de San Miguel Arcángel. La capilla del Santo Depósito ha sido
remodelada en más de dos ocasiones. Las imágenes de esculturas actuales son de
diversos escultores queretanos del siglo XVIII y son: San Francisco de Asís y
el Santo Entierro. En Mayo del año 2002, se reabrió, una vez restaurado, el
bautisterio que data de la época parroquial primitiva. La restauración de la
pila bautismal fue por la Lic. Regina Tres Palacios, con el patrocinio de la
Señora Teresa Cabrera.
En 1926, el Templo fue cerrado al culto debido
al conflicto entre el General Calles y la Iglesia Católica, que culmina en el
levantamiento armado conocido como la Cristiada, en defensa de la libertad
religiosa. En el caso de Colón, el levantamiento armado ocurre el 4 de febrero
de 1928,
“En la festividad de nuestra
Señora del Carmen (16 de Julio de 1926) y 14 días antes que cesaran los cultos,
en el Templo Parroquial, el Canónigo Daniel Frías sentenció: “De hoy en
adelante será un crimen adorar a Dios”. El Nuevo Nerón derramará mucha sangre
cristiana y muchos de nuestros templos serán profanados-.
Unos pocos meses después, el
curato de Colón, era convertido en una caballeriza y el Templo Parroquial
sirvió de cuartel a los regimientos de caballería números 29 y 100, cuyos jefes
eran los capitanes Márquez, Leyva, Rangel, el Teniente Luna y otros.
A la entrada del templo, después
del cancel, se encontraba el banco de armas. Las soldaderas hicieron sus
fogones junto al altar mayor y las paredes del presbiterio quedaron negras del
humo. Unas imágenes fueron quemadas, otras se perdieron y no se supo dónde
quedaron. Fue profanado nuestro Templo
de San Francisco de Asís.
A la salida del templo se leían
estos letreros de los soldados: RECUERDO DEL 29 REGIMIMIENTO DE CABALLERIA...
RECUERDO DEL 100 REGIMIENTO DE CABALLERIA. Estos letreros permanecieron casi
toda la década de los años treinta, algún tiempo después de la segunda
persecución que sufrió la iglesia de Querétaro por el Gobernador Saturnino
Osornio. (Narración de Don Clemente Ugalde, mayo de
1975).[8]
En la
Sacristía de la Parroquia se encuentran los restos de los cristeros: Teniente
Norberto García de la Vega, Gregorio Chavero Zuñiga y J. Jesús Hernández
Nieves.
BIBLIOGRAFÍA
1.
FRÍAS, Valentín, Opúsculos queretanos, Querétaro, 1906
2.
ACOSTA Vicente,
“Noticias Históricas de la Villa de Colón”, Biblioteca del Congreso del Estado,
1937
3.
SEPTIEN, Manuel, “Historia de Querétaro”, Gobierno del
Estado de Querétaro, 1966
4.
AHQ, Datos sobre Querétaro, México 1949
5.
DOMINGUEZ, Paulín
Arturo. Integración Histórica, Política,
Social y Económica del Estado de Querétaro, México, 1966.
6.
AHQ, Actas de las Misiones Franciscanas en la
Sierra Gorda 1682 y 1683, Biblioteca Aportación Histórica; Editor Vargas
Rea, México, 1944
7.
AHQ, Pacificación de los Chichimecas de la Sierra
Gorda y Dictamen del Auditor de Guerra Marques de Altamira, Biblioteca
Aportación Histórica, Editor Vargas Rea, México, 1944
8.
AHQ, Crónica de la Provincia de Sn. Pedro y Sn.
Pablo de Michoacán, en la Nueva España, 1583
9.
AHQ, Templos y Casas Fuertes en la Sierra Gorda,
Biblioteca Aportación Histórica, Editor Vargas Rea, México, 1946
10.
AHQ, Datos sobre Querétaro, México 1949
11.
AHQ, REYES José
María, Relato Histórico de Querétaro,
México, 1946
12.
Catálogo Nacional
de Monumentos Históricos inmuebles, 3 CDS, Gobierno del Estado de Querétaro,
CONACULTA – INAH, México, 2003
13.
MORENO, Sarbelio,
Templos y Conventos de la época
Virreinal, Tomo II. 2002
Cristóbal Vega Prado
Cronista Municipal, Colón
[1]
Valentin Frías, Opúsculos queretanos,
Querétaro, 1906
[2] Acosta Vicente (Canónigo), “Noticias Históricas de la Villa de Colón”, Biblioteca del Congreso del Estado,
1937, p. 1.
[3]
Manuel Septien y Septien, “Historia de
Querétaro”, Gobierno del Estado de Querétaro, 1966
[4] AHQ, Datos sobre Querétaro, México 1949
[5] Acosta,
op. cit. p. 1
[6]
Ibídem, p. 2
[7]
Moreno, Negrete Sarbelio, Templos y Conventos de la Época Virreinal, Tomo II,
pp-163-167. 2002
[8]
Apuntes de Don Marciano de León Granados (Coeditor del Libro Testimonio del
Movimiento Cristero en Colón)
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