ARTESANIAS


ARTESANÍAS DE LANA, COLÓN




































Grupo Feria del Telar
La Feria del Telar
En el Municipio de Colón existen variadas manifestaciones artesanales como la elaboración de prendas de lana en telar de pedal de gran tradición y renombre por sus vistosos diseños y colores y motivo de ser reconocido como la tierra de los zarapes… además existe el trabajo laborioso de la mujer colonense que plasma su creatividad en manteles y prendas de vestir con deshilados y bordados de exquisita manufactura llevando en cada prenda la huella de la dedicación y conocimiento heredado al paso de los siglos… otra artesanía es el tallado de piedra que al moldearse surgen figuras de águilas, elefantes, delfines, tortugas, ranas, etc. Apreciadas por el turismo nacional y extranjero … la cerámica con su pintado a mano y libre de plomo se exhibe con elegancia y distinción, acogiendo como símbolo una paloma reflejo del espíritu libre y creador y siendo objeto del arte plasmado en cada pieza única en su diseño y estilo… los exquisitos dulces cristalizados delicia del paladar exigente y el sillar o trozo labrado a mano y empleado en la construcción y decoración de las viviendas tan características de este pueblo artesanal y con historia….
Agrupar esta riqueza artesanal, es la finalidad de la Feria del Telar que surge de la necesidad por tener un espacio donde los artesanos exhiban y comercialicen sus creaciones artesanales; además de crear una propuesta de rescate urgente de varias artesanías a punto de desaparecer.
Del 30 de octubre al 1 de noviembre realizaremos la tercera edición de la feria del Telar: El foro de los Artesanos Colonenses. Con el lema: Una tradición, una forma de vida, un trabajo laborioso hecho por las hábiles manos del pueblo. Dicha feria se realiza en un espacio abierto dentro de las instalaciones del Restaurant La Mangana, donde se exhibirán seis telares de pedal para mostrar los diferentes procesos en la elaboración de las prendas de lana desde la trasquila, el lavado, cardado, hilado, enmadejado, teñido, tejido y terminados finales. Aunado a esto se tendrá una pasarela donde se mostraran las prendas de lana en sus diseños tradicionales y de innovación, además de contar con una galería de fotos antiguas, piezas del museo comunitario local, conferencias, actividades culturales y artísticas y el foro donde el resto de las expresiones artesanales Municipio, como cerámica, lapidaria, deshilado, sillar, dulces cristalizados, cestería.

TELAR DE PEDAL


Desde los orígenes de este pueblo, llamado San Francisco Tolimanejo; con la incorporación de textiles y nuevas prendas por los españoles, la lana fue parte importante en el desarrollo y crecimiento de la pequeña industria, en talleres familiares que agrupaban a varios aprendices y que posteriormente formarían su propio taller, una de estas actividades es la de los “Obrajeros”, artesanos de lana; oficio enseñado a los otomíes por los frailes franciscanos, con gran auge en este territorio.

La base del Telar consiste en un sólido marco que sostiene todos los aditamentos; los enjulios se accionan por medio de ruedas dentadas con las que se logra la tensión deseada. Tiene dos avíos y cada uno se compone de cuerdas verticales llamadas mallas; a cierta altura cada cuerda tiene un ojal por donde pasan los hilos de la urdimbre. El avió se suspende del marco del telar y se conectan con los pedales que los accionan, lo que agiliza y facilita el cambio de mano entre los hilos de la urdimbre.

El peine que aprieta las tramas es un marco de mallas, por el cual pasan todos los hilos de la urdimbre; el mismo peine determina el ancho de la tela y la cantidad de hilos por centímetro cuadrado. Por delante tiene la caja sobre la cual corre la lanzadera llevando los hilos de la trama o lana.

En 1882, se cambia el nombre a este pueblo con la unión de Tolimanejo y Soriano, avalado por el decreto con fecha 12 de junio de 1882, que en el artículo 2º de la ley No. 59, formándose la villa de Colón. La idea de ponerle Colón, tiene su origen en los comentarios hechos durante un banquete ofrecido al general Porfirio Díaz y sus más cercanos ministros, por el gobierno de Querétaro, en el marco de la exposición de productos queretanos, realizado en mayo y junio de 1882.

Durante este evento, los organizadores queriendo amenizar a los presentes, invitaron a los músicos de la comarca para hacer audiciones musicales. En uno de los banquetes, del 20 al 23 de mayo, de ese año, toco el turno a los músicos de la Banda de Tolimanejo, alternando con los de Cadereyta, recibiendo ambas bandas la admiración y aplausos, los asistentes preguntaron por el origen de los talentosos músicos y al conocer que eran de “Tolimanejo”, les sonó arcaica la palabreja; continuando con la curiosidad, preguntaron por la ocupación principal de habitantes del pueblo, en especial de los músicos, quienes dijeron que eran “Obrajeros”, es decir artesanos en lana. Coincidiendo con los comentarios de que en diez años más se celebrarían los cuatrocientos años de la llegada de Cristóbal Colón al continente, quien provenía de una familia de obrajeros, trabajador de la lana en el taller de su padre Domingo Colón. De esta unión de ideas, salió la propuesta de poner por nombre Colón, a estos pueblos, cuyos habitantes eran, en su mayoría, obrajeros.

Es reconocido este oficio, que se plasma en los cantares y poemas colonenses, dando lugar a que Colón sea conocido como la “Tierra de los Zarapes”; e incluso en el escudo de armas se plasma la pintura de un zarape flotando en medio de los múltiples recursos naturales, símbolo de este pueblo y cultura de raíces otomíes.















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