sábado, 5 de junio de 2010

CHICHIMECAS

PACIFICACIÓN DE LOS CHICHIMECAS DE LA SIERRA GORDA

En el presidio de San José Vizarrón de la Sierra Gorda, en veitiun días del mes de Octubre de mil setecientos cuarenta y ocho años: El Señor Don José de Escandón, coronel del regimiento de la ciudad de Querétaro, Teniente de capitán general de dicha Sierra Gorda, sus misiones, presidios y fronteras, y Lugar Teniente del Excelentísimo señor virey de esta Nueva España en la costa del Seno mexicano, por el nuestro Señor, etc. Hallándome en este dicho presidio de vuelta de campaña dispuse de orden del Excelentísimo señor virey de esta dicha Nueva España, á fin de aprehender ó extinguir los rebeldes apóstatas Jonases, que apoderados de las fragosidades de la mencionada Sierra Gorda han cometido los más atroces insultos en robos, incendios y continuas muertes, sin que hayan bastado á contenerlos, las exactas y costosas diligencias, que de casi dos siglos á esta parte se han continuado sobre ellos, y habiéndose ya conseguido su prisión é exepción de cinco que son los últimos que quedan… el único medio que puede precaver tal daño, es el de ir haciendo poblaciones en los parajes que se hallen más á propósito, en esta dicha Sierra Gorda.
En el presidio de San José Vizarrón, cuya misión se ha despoblado por las atrocidades que sus indios han cometido, se radiquen y pueblen treinta soldados con sus familias, a quienes se les conceden las mismas tierras que han estado asignadas á este presidio.
DICTAMEN DEL AUDITOR DE GUERRA, MARQUEZ DE ALTAMIRA
Muchos peores sin comparación son los indios Chichimecas Jonases de la Sierra Gorda, como ya de ciento treinta años lo escribió el Padre Torquemada en sus libros de la “Monarquía indiana” expresando que dichos indios Chichimecas eran los más barbaros de toda esta Nueva España, insociables é irreductibles, lo cual y bien largamente se ha experimentado, en estos apóstatas bárbaros Chichimecas, Jonases, reducidos á principio de este siglo por el Sr. Alcalde del crimen D. Francisco Zaraza, que los congrego en pueblo, y les aplicó las mayores comodidades de tierra y demás asistencias que luego desampararon; volviéndolos después á congregar por el año de catorce el Sr. Contador del Tribunal de cuentas, D. Gabriel Guerrero de Ardila.
Con inserción de este dictamen del Auditor, mande Vuecelencia librar despacho al coronel de la ciudad de Querétaro, teniente de capitán general de la Sierra Gorda, D. José de Escandón, para que luego haga formar un padrón y lista individual, de todas las ciento setenta y tres piezas de indios Jonases, sus edades y sexos, con sus más especiales señas, y los nombres de los vecinos dueños de los obrajes, y casas á quienes se han repartido dichas ciento setenta y tres piezas.
México, noviembre siete de mil setecientos cuarenta y ocho.- El Marqués de Altamira.


AHQ, Pacificación de los Chichimecas de la Sierra Gorda y Dictamen del Auditor de Guerra Marques de Altamira, Biblioteca Aportación Histórica, Editor Vargas Rea, México, 1944

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